Por @LukamGarcia

¿Qué es lo que define el reconocimiento de un club? Por lógica el palmarés habla
por si solo, la historia siempre recuerda a los ganadores, ganar se vuelve una costumbre y las costumbres se vuelven tradiciones con el paso del tiempo. O al menos esa sería la lógica más común. El caso contrario es el que no gana. ¿La historia cómo recuerda a los no ganadores?. Volviendo al principio lógico uno recuerda al que no ganó porque estuvo ahí presente, participando, compitiendo, dando el máximo para intentar escribir su nombre con letras de oro en la historia particular de cada club. Así mismo, el fútbol muestra las dos caras de la moneda, años tras año, semana tras semana, partido tras partido. Rostros de alegría al vencedor y en ciertos casos, apatía por el que compitió, por este motivo existen equipos que no ganaron tantos trofeos, pero se les recuerda porque durante mucho tiempo estuvieron compitiendo por uno. En este caso cerrando nuestra introducción estaremos hablando de uno de los equipos más recordados durante la etapa gloriosa del Calcio Italiano de la década de 1990, así pues, nos referimos al Parma Calcio 1913, o comúnmente conocido como Parma.
En un principio era un equipo provinciano común, en su primera etapa, que discurrió de 1913 a 1930 no logró nada importante en lo deportivo, teniendo como momento más importante la construcción de su mítico estadio el Ennio Tardini en 1922 . En
su segunda etapa pasó jugando entre divisiones inferiores sin pena ni gloria, hasta
que la sombra de las deudas apareció y el club cerró su segunda etapa en
1967.
Al año siguiente comenzaría su tercera etapa y duró 21 años compitiendo en las
divisiones inferiores del Calcio, luchando e incomodando a los equipos
grandes, sin el menor temor a su fortaleza. Esa era la huella y el legado de Parma. En 1990 el equipo al fin llegaba a la Serie A y forjaría sus mejores años, de la mano de una inversión millonaria de la empresa local Parmalat, que se tradujo en la consecución de su primer título relevante en 1992 cuando se conquistó la Copa de Italia de la mano de su figura, el sueco Thomas Brolin, quien ayudó a vencer en la final a la todopoderosa y clásica Juventus. Un año después llegarían a la final de la ya desaparecida Recopa de Europa y vencieron en Wembley, la catedral del fútbol inglés, al Amberes. Esos héroes de
Wembley pasarían a la historia como los primeros en poner en alto el nombre de Parma.

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En 1992 el Parma ganó la Copa Italia de la mano de Thomas Brolin. WIKIMEDIA COMMONS

Jugadores como el arquero Marco Ballotta, Lorenzo Minotti, Marco Osio, Alessandro Melli, Gianfranco Zola, el argentino Roberto Sensini junto al juvenil colombiano Tino Asprilla y al sueco maravila Brolin se encargarían de no apagar el momento de Parma, un par de meses después de conquistar la Recopa en Wembley le arrebatarían la Supercopa de Europa en la cancha de San Siro al imbatible Milan de Fabio Capello. La llama ardía en el corazón de Parma.

Y no se apagó tras el cambio de temporada, la consigna era esa, se estaban acostumbrando a ganar, ya no eran solamente el equipo competidor y entretenido, siguiendo la evolución, un año después encaraban otra final internacional y el rival no podía ser otro que la Vecchia Signora del Calcio y al más puro estilo de Parma, lograría su cuarto título importante en 3 años, de nuevo en campo ajeno. Un palmarés que colocó al equipo rápidamente entre el favorito de los jóvenes, mostrando un fútbol agresivo, vistoso y efectivo. Tras estos éxitos se cimentaría un efecto que perduró varios años más hasta el final del milenio, donde gracias a la inversión del grupo Parmalat se conformó uno de los planteles más representativos de finales de los noventa.

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Dino Baggio levanta la Copa UEFA conseguida en 1995. WIKIMEDIA COMMONS

La vieja guardia como Sensini, Dino Baggio y Asprilla ahora era reforzada con un juvenil Gianluigi Buffón en el arco, un joven lateral francés llamado Lillliam Thuram, un creativo checo llamado Pavel Nedved y dos argentinos: Juan Sebastián Verón y Hernán Crespo, esa columna vertebral llevaría a Parma a la cúspide con los últimos de sus títulos importantes. Para no perder la costumbre, se ganó un doblete, de nuevo el título ya clásico de Copa Italia, y al más puro estilo de este equipo, de visita, lejos del Tardini pero ahora frente a Fiorentina.

El último de sus títulos internacionales, el cual, sin saberlo en ese entonces también marcaría un escenario que iba a estar muy ligado a esta institución en años posteriores: la desaparición. Se jugaría una nueva edición de la Copa UEFA, que el Parma había hecho tradicional en sus vitrinas en esta época, el estadio Luzhniki de Moscú sería testigo de la última exhibición internacional y autoritaria de este equipo que en 10 años se adueñaría del corazón del norte de Italia, del corazón de Europa y del corazón del mundo entero.

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La Copa UEFA de 1999 fue el último título internacional del Parma. UEFA

Como si se tratase de una suerte de un calendario o un reloj de arena. El milenio se acabó, entró el año 2000 y con ello vinieron los cambios. El fútbol se regiría bajo otras reglas, donde ahora el obtener a los mejores deportistas a cambio de cantidades de dinero irreales era la norma. Parma, que gozaba de buena salud financiera, pero a su vez era un equipo trampolín para sus figuras se tuvo que deshacer de ellas una a una.

Para finales de 2004 se cerraría esa gran etapa con la bancarrota de Parmalat y un escándalo de lavado de dinero, el equipo tenía que vender a sus mejores jugadores y poco a poco fue cayendo peldaños hasta descender en 2007. El equipo volvió a deambular entre categorías haciendo lo que mejor sabía hacer que era competir, estar ahí. Pero la carga de deuda llegó a su límite en 2015, cuando todos los problemas se acumularon al grado de rematar los bienes del equipo. El intento para salvar al club incluyó la realización de colectas entre aficionados para tener solvencia y darle un trato digno al club de sus amores, pero este esfuerzo no fue suficiente y el equipo desapareció por cuarta ocasión, sumido en una profunda crisis deportiva, administrativa y económica.

Signs with a picture of Parma soccer team's former president Tommaso Ghirardi reading "I can't go in" and "Closed for robbery"  are seen at the entrance of the Ennio Tardini stadium in Parma
El 2015 fue uno de los años más difíciles para el Parma, la mala gestión terminó en la bancarrota del club y una refundación desde el abismo de la Serie D. AL-ARABIYA

Es aquí donde inicia la más reciente reinvención de un club que nunca se cansa
de competir. En 2015 como un ave fénix resurgió empezando un largo trayecto a los lugares donde estuvo muchos años, todo debía comenzar a partir de la Serie D italiana, el equivalente a la última categoría profesional del país.

Los aficionados más fieles se daban cita de local y de visita en el Tardini, recordando aquellas épocas de gloria. Su primera temporada en 2015-16 tuvo unos resultados positivos, los parmesanos acabaron la Serie D invictos y lograron su promoción a la Serie C. Sobrepuestos a las críticas, ganando coraje y dignidad al mismo tiempo que trataban de reescribir su propia historia.

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Pese a los problemas, la afición siguió siendo fiel al club. TheComeback

Y como cada historia de éxito tiene un héroe que lidera al grupo, el líder en esta ocasión es Alessandro Lucarelli. Lucarelli (Livorno, 1977) tenía experiencia jugando en equipos que disputaban permanencias y ascensos, en sus primeros años con el modesto Piacenza y posteriormente con Palermo, lo llevaron a recalar en la Fiorentina, donde logró ascender con ellos a Serie A, jugó después unas temporadas con el club de su ciudad, el Livorno, con su ayuda los logró colocar en media tabla de Serie A, lo que llamaría la atención de clubes como el Reggina y el Genoa, pero, tras ver que su hermano Cristiano se uniría al mítico Parma, el no dudó ni un instante y se incorporó a las filas del club en el 2009.

Alessandro sería pieza clave para el ascenso de Parma en 2009 y se convirtió en un emblema del club, para su quinta temporada se convertía en capitán y le tocaría ver la desaparición del club y su descenso hasta lo más recóndito del calcio. Bien dice un dicho, que un capitán se hunde junto con su barco y eso hizo Alessandro, fue el único jugador que se quedó en el plantel tras ver a Parma en la Serie D, con el paso de los años se convirtió en el líder histórico en participaciones con el club. De su mano se iba a cimentar y a construir este nuevo Parma.

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Alessandro Lucarelli se convirtió en la figura del nuevo Parma, pues vivió la desaparición del club y su posterior ascenso a la élite. SKY Sport Italia

Jugando en la Serie C en esa temporada 2016-17, el equipo compitió hasta el
final y tras una maratónica ronda de playoff donde 28 equipos jugaron a eliminación directa por un boleto a Serie B, en donde los de Parma pasaron por encima de equipos  como la Piacenza, el Luchesse, el Pordenone y el Alesandria. Siendo los dos últimos partidos a juego único y llegando hasta el drama de los tiempos extra, pero las cosas salieron bien y lograron su segundo ascenso de manera consecutiva, siendo fieles a su estilo, logrando la trascendencia lejos del Tardini. Para emoción de sus fieles
seguidores y los nostálgicos de las épocas doradas del club. En un plazo de un año estaban disputando la categoría de plata del fútbol italiano.

Para la tercera temporada del nuevo Parma el objetivo claro era volver a la gloria, en un
inicio no fue para nada sencillo, y terminaron la primera vuelta a cierta distancia de los
puestos directos, pero a partir de la tercera semana de febrero del 2018 los
jugadores adoptaron su papel y los resultados llegaron. Se volvieron el equipo
con la mejor racha de la Serie B ganando once de sus últimos 15 partidos, tras esto, llegó la última jornada, en la cual necesitaban ganar y que el Frosinone (su rival directo que le
aventajaba 1 punto) no ganara para consumir su tan ansiado regreso a los cielos.
El 18 de mayo del 2018 quedará como la fecha más importante de este nuevo
Parma pues gracias a un gol al minuto 89 de Roberto Floriano se decretaba el
empate entre Frosinone y Foggia, este gol combinado con el triunfo que consiguió
Parma en Spezia de 2-0 confirmaron lo que tanto se esperaba: se renacía de las
cenizas para después de 3 largos años volver a disputar la Serie A. De nuevo el éxito se celebró en campo ajeno, esta vez ni en el Tardini ni en el estadio
del rival de Parma, sino que esta vez, la alegría llegaba vía Frosinone, llegaba
para variar, del corazón de Italia. Lejos quedaron las épocas de los mágicos 90s donde se consiguieron títulos y protagonismo, este equipo está escribiendo su propia historia, pero fiel a su costumbre nunca dejando de pelear hasta el final, y siendo profeta lejos de su tierra.

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