Las comedias de situación, también conocidas como sitcom, han sido uno de los géneros televisivos más importantes de la historia de la televisión, varios son los títulos icónicos de la pequeña pantalla que se han considerado como parte de este tipo de estilo de hacer series, sin embargo, después de 2018 ha comenzado a notarse un claro declive en la producción de este tipo de historias que incluso han puesto en tela de juicio su futuro.
Desde la llegada de I Love Lucy (1951-1957), considerada como la primera comedia de situación con impacto en la televisión estadounidense, las cadenas han utilizado este género para abrir la programación estelar, debido a que han sido vistas como una manera ideal de juntar a las familias ante la televisión y que estén listas para el momento en el que darían inicio los programas dramáticos más potentes, sin embargo, este tipo de programación se encontraba sujeta a unos hábitos de vida más familiares y colectivos, por lo que el cambio de paradigma que representó la llegada del streaming terminó por cimbrar la manera en la que se hacía televisión, un mundo en el cual una serie de 22 minutos de duración ha dejado de ser vista como algo esencial para la mayor parte de las productoras.

Muchos han sido los títulos emblemáticos de la televisión que han partido de este formato, el cual ha permitido muchas variaciones en estilos, historias o maneras de hacer comedia, lo que ha hecho que muchas veces productos que en un principio podían parecer iguales han tenido las suficientes características propias para convertirlos en algo propio y distinto a lo anterior, como lo fue el caso de Friends y How I Met Your Mother, series que han desatado uno de los mayores debates en las redes sociales respecto a cuál de ellas fue mejor o cuál cuenta con un mayor número de seguidores. Pugna en la cual también se integraron otras series como The Office o incluso Seinfeld, considerada por algunos como la mejor sitcom de todas.
Sin embargo, más allá de las historias de amor y amistad, las comedias de situación también han servido como un elemento de denuncia social, como lo fue Malcolm in the Middle, la historia de una familia de clase media baja californiana, en la cual se podían ver los problemas de precariedad y pobreza que suelen afectar a muchos ciudadanos; o Everybody Hates Chris y El Príncipe del Rap, las cuales mediante la comedia mostraban el racismo estructural existente en gran parte de la sociedad norteamericana. Por otro lado, el género también sirvió para tocar temas laborales como lo demostraron producciones como The Office, 30 Rock o Parks & Recreation, las cuales solían desmontar aquel mito de la eficiencia y la productividad del capitalismo estadounidense.
Se podría considerar que el Apocalipsis de las sitcom comenzó a dar inicio en 2018 con la finalización de New Girl, comedia de la que ya hemos hablado aquí con anterioridad, y cuyo final fue más producto del agradecimiento de la cadena dada la longevidad de la producción y por una intensa presión por parte de elenco y sus seguidores, ya que esta serie había esquivado la cancelación en dos ocasiones. El siguiente año llegó a su fin The Big Bang Theory, aquella serie que inició en 2007 como la historia de unos nerds tratando de encajar socialmente y terminó con el éxito de sus integrantes. Posteriormente, en 2020 culminaron Modern Family y Schitt’s Creek, la primera con un formato que llevó la idea del falso documental puesta en práctica por The Office a un plano familiar, mientras que la segunda se enfocó en la debacle de una familia millonaria en un pueblo canadiense. Finalmente, septiembre de 2021 marca el final de Brooklyn Nine-Nine, la comedia policiaca que también se vio enfrentada a la cancelación y una posterior renovación en otra cadena.

¿No hay futuro para este género?
El futuro o la viabilidad de las sitcom es una pregunta díficil de responder, es cierto, el género no dejará de hacerse y hay ejemplos de ello como The Neighborhood, Black-ish o Los Goldberg, las cuales siguen vigentes y tratando de mantener con vida el formato en las grandes cadenas norteamericanas, sin embargo, es cierto que los hábitos de consumo se están centrando en una forma de hacer las cosas muy diferente a la que se había acostumbrado durante décadas, aunque el género siga funcionando muy bien en las plataformas digitales.
Con frecuencia se leen titulares acerca de las pugnas que tienen los servicios de streaming como Netflix, HBO Max o Prime Video por hacerse con los derechos de emisión de algunas de las comedias de situación más importantes de la historia, por ejemplo, Netflix pagó 500 millones de dólares por transmitir Seinfeld en su plataforma, lo que se hará efectivo a partir de octubre de 2021; mientras que HBO Max desembolsó mil millones por The Big Bang Theory, además de ejercer su derecho de exclusividad sobre Friends, y es que este tipo de producciones siguen siendo muy atractivas para los servicios de streaming debido a que son series que invitan al consumo compulsivo y funcionan muy bien para atrapar espectadores.
Y es que durante el periodo de cuarentena mundial derivado del COVID-19, algunas series por fin tuvieron ese despegue que no habían podido tener, como sucedió con Schitt’s Creek, la cual había estado restringida como una serie popular en la televisión pública canadiense y en un canal de nicho del cable estadounidense, sin embargo, aunque ya había recibido la atención de la crítica especializada, fue con el confinamiento cuando finalmente se hizo popular entre un gran público sediento de historias que le hicieran sentirse mejor y pensar que pese las desgracias, siempre existe la opción de tener un final feliz.

La llegada de más plataformas ha llevado a una mayor especialización del género, el cual no ha dejado de hacerse como tal, sin embargo, es cierto que se ha utilizado como una base para crear otro tipo de historias que tienen ciertos guiños a la sitcom de toda la vida: tenemos por ejemplo a Grace and Frankie de Netflix; Fleabag en Prime Video; Barry en HBO; It’s Always Sunny in Philadelphia de FX o Ted Lasso en Apple TV+.
Esta última serie es quizás la opción a futuro que mantienen las comedias de situación para continuar como un género vigente. Ted Lasso es la historia de un entrenador de fútbol americano que es contratado como el posible salvador de un equipo de la Premier League inglesa que se encuentra en problemas de descenso, sin embargo, conforme va avanzando la trama, el deporte se convierte más en un adorno visual, mientras que las relaciones personales, el positivismo o el solucionar los problemas pasa a convertirse en el eje rector de la historia. Esta serie se volvió el estandarte principal de Apple TV+, una plataforma que sigue siendo minoritaria en las cuotas de mercado, pero que se ha hecho de cierto nombre siguiendo el formato clásico de las cadenas de televisión: lanzar capítulos semanales para mantener al espectador durante más tiempo.
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/ZCRNDWJYT5FMXHTHEXV4LM5KQM.jpg)
Es cierto que las comedias de situación se encuentran en un momento clave para su futuro, por un lado, es evidente que cada vez se producen menos historias en este formato, y estas van languideciendo ante la creación de más comedias dramáticas, que se ven como algo más ajustado a la realidad y permiten añadir una trama más compleja. No obstante, también es cierto que en un mundo necesitado de historias felices, estas siguen siendo un buen elemento para recibir esa dosis de alegría que no se puede conseguir en el mundo real, historias que por lo general suelen terminar bien en cada capítulo y que por supuesto tienen finales felices para la mayor parte de sus integrantes. Aunque, es cierto que muchas de ellas no han terminado de envejecer muy bien ante la corrección política imperante en estos tiempos, sin embargo, se deben ver estas series como productos de su época y no con los ojos del 2021.
Por otro lado, la nostalgia también puede jugar en favor de las comedias de situación, tal es el caso de Wandavision, la comedia de situación de Disney+ que se convirtió en un homenaje a algunas de las series clásicas de este género, y ese es posiblemente uno de los futuros de este género: convertirse en un elemento de nostalgia para esas personas necesitadas de recordar aquellos tiempos en los que fueron más felices, como ya lo han demostrado algunos especiales que han reunido a los protagonistas de varias de esas historias, para confirmar, que pese a todos los cambios, siguen estando vigentes.