Como usted sabrá, estimada persona que está leyendo esto, ayer fue la entrega de los Premios de la Academia, también conocidos como los Oscars, independientemente del trolleo máximo que representó el premio de mejor película, hubo otra serie de galardones, sin embargo ninguno tan polémico como el premio a mejor documental corto. De ese tema hablaremos hoy, más que nada porque a estas alturas ya están vistos todos los chistes y comentarios de LOL-LOL-Land.
Como acabo de mencionar, el premio a mejor documental corto se lo llevó The White Helmets, una pieza de 40 minutos de duración que profundiza en la historia de una organización que rescata a las víctimas de los bombardeos que se viven todos los días en la Guerra Civil de Siria.

Si nos apegamos a la reseña que se puede leer en algunas páginas de Internet como decine21, se lee lo siguiente:
Documental de Netflix ambientado en Aleppo, Siria y Turquía a principios del 2016. Mientras la violencia aumenta, sigue a tres voluntarios que arriesgan todo para salvar a ciudadanos que se han visto afectados por la guerra mientras se preocupan por su propia seguridad y la de los seres queridos.
En un principio pareciera una labor encomiable por parte de quienes se decidieron a cubrir una historia tan humana donde la ayuda a los demás está por encima de la vida misma de los voluntarios, un mundo en el cual la solidaridad puede combatir cualquier desastre bélico, sin embargo, detrás de una labor loable, en la cual la mayoría de sus miembros actuan de buena fe se esconde todo un entramado que incluye desde propagandismo occidental hasta la intervención de grupos terroristas.

¿Humanismo a la Al-Qaeda?
Si bien, desde finales de 2016 se comenzó a cuestionar a los cascos blancos como una organización puramente dedicada al rescate de ciudadanos en peligro, fue hasta el día de ayer que la información se comenzó a propagar, algunas personas llegaron a mencionar que en la ceremonia de los Oscar se estaba premiando a Al-Qaeda, pero, ¿por qué motivo surgieron estos comentarios?
Según el video anterior, se puede observar que algunos usuarios aseguran que las personas que aparecen en el documental son terroristas disfrazados como actores, incluso se les muestra portando armas o celebrando victorias de organizaciones como el Frente Al-Nusrah, las sospechas aumentan al conocerse que este organismo de beneficencia únicamente actua en aquellos territorios controlados por la organización citada previamente y por el Estado Islámico, dejando fuera de sus operaciones al resto del territorio sirio.
Las acusaciones de terrorismo son un tema delicado, en este caso la mayoría de los medios de comunicación que se han atrevido a hablar del tema no se atreven a señalar a los integrantes de este organismo como terroristas, pero sin embargo, aseguran que existe una especie de doble juego en el cual algunos miembros cumplen con labores de rescate durante el día y de combate al ejército de Bashar Al-Asad o de terrorismo en la noche. Las pocas fuentes que hay sobre el tema provienen de sitios claramente de izquierdas o rusófilos como Kaosenlared, Sputnik o Actualidad RT.
Es aceptado por todos que este organismo recibe ayuda económica de países occidentales, incluso es aprobado como una forma de recibir apoyos que les permitan continuar con su labor, sin embargo, algunos expertos lamentan que estos ingresos no se aprovechen como sea, en una entrevista con el portal de noticias Sputnik, el experto en Medio Oriente, Hasan Sivri comentó:
Hay información de que la organización obtiene grandes sumas de dinero de Reino Unido y Francia, pero no vemos que los recursos se destinen a una verdadera ayuda humanitaria para el pueblo sirio. De hecho, con este dinero se financian grupos armados, en particular el Frente al Nusra —ahora conocido como Fatah al Sham—, cuyas actividades contribuyen a que se perpetúe la guerra en Siria y al recrudecimiento del proceso de solución a la crisis
Lo que es cierto es que The White Helmets quienes se autoproclaman como una Defensa Civil de Siria han levantado polémica, con algunos líderes incluidos en listas de personas relacionadas con el terrorismo (motivo por el que no pudieron estar presentes en la gala de ayer), e incluso en la red circulan videos de supuestos miembros de los Cascos Blancos participando en actos de ejecución por parte de miembros de Al-Qaeda o celebrando sus victorias.

No podemos juzgar, como en todo organismo hay gente de todo tipo: taxistas, músicos, artesanos, carpinteros, pintores, ingenieros, amas de casa o estudiantes quienes han decidido entregar una parte de su vida a ayudar al prójimo cuando se presente la situación, sin embargo, como ocurre en la gran mayoría de los organizaciones sociales, quienes las suelen liderar esconden un secreto o varios, el caso de los Cascos Blancos no es diferente.
The Propaganda Game
Cito el nombre de un documental del que hablaremos en otra ocasión para subtitular este apartado, si bien, las acusaciones de terrorismo son la parte más grave para muchas personas, es cierto que detrás del filme se esconde toda una serie de tácticas de comunicación audivisual y de propaganda que pueden ser la envidia de muchos documentalistas alrededor del mundo.

Para comenzar, los White Helmets se destacan por contar con equipo audiovisual disponible para grabar en cualquier momento sus rescates, este tipo de lujos no son fáciles de tener y muchos profesionales de la comunicación audiovisual desearían poder contar con equipo de grabación a su disposición en cualquier momento, algo que incluso les permite participar en bromas que se vuelven virales, como ocurrió en noviembre de 2016 durante la grabación de un «reto del maniquí» que se difundió viralmente como un rescate por parte del grupo, pese a que los mismos Cascos Blancos lo desmintieron.
No es ningún secreto que esta organización en realidad fue fundada por un ex militar británico llamado James Le Mesurier quien ha colaborado en distintos escenarios bélicos de los últimos tiempos como lo son Irak, Bosnia-Herzegovina, Afganistán o el Kosovo. El hecho de que un militar extranjero se encuentre involucrado en un proyecto que busque salvar la vida de ciudadanos de un país puede levantar sospechas incluso entre el más ingenuo.

Es un hecho comprobado que la organización recibe fondos de países extranjeros a través de una organización creada por Le Mesurier denominada Mayday Rescue que se encarga de canalizar el dinero hacia las brigadas de rescate, como lo menciona RT, cuenta con muchos donantes poderosos:
Entre sus sus donantes principales figura la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que afirma que les asistió con más de 23 millones de dólares. En marzo de 2015 el Ministerio británico de Exteriores reconoció que había prestado ayuda a grupos de defensa civil siria, que EE.UU., Dinamarca Japón eran sus otros donantes, y reveló que iba a ‘regalar’ otros 3,5 millones de libras esterlinas en forma de equipamientos. Investigaciones mediáticas mencionan también otras fuentes de financiación de los Cascos Blancos, entre ellas organizaciones vinculadas con el magnate estadounidense George Soros.

Gran parte de la propaganda sobre Siria y el “conflicto” allí generado es, de hecho, una mitología trazada por agentes de Occidente, creada y diseminada por el complejo de ONGs que trabaja diligentemente sobre el terreno en Siria y, de forma remota, en los laberintos del poder. De esta forma se asegura que un flujo constante de información errónea es continua, sin interrupción, diseñada a medida para alterar la opinión pública sobre la situación en Siria
En el siglo 21 las ONG se están convirtiendo, cada vez más, en una herramienta clave al servicio de la dominación imperialista y la explotación global. La sociedad global ha sido, y continúa siendo, manipulada para creer que las ONG son representativas de la “sociedad civil” (un concepto que fue promovido por las corporaciones). Esta confianza injustificada en las ONG ha permitido que el “complejo industrial humanitario” haya ascendido a lo más alto: son los nuevos misioneros de dios -el dios del imperio-.

El 30 de noviembre de 2016 durante la sesión informativa de la portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores dijimos: los ‘Cascos Blancos han sido nominados este año para el Premio Nobel de la Paz. Estas personas afirman que salvan miles de vidas, pero en lugar de eso hacen montajes de videos y no dudan en exponer sus obras en Internet. ¿Es estupidez, una rutina diaria, una ambición malsana? ¿Cuántas escenificaciones más como estas fueron filmadas? Por desgracia, es poco probable que sepamos cuántas de ellas fueron dadas por videos reales y por pruebas. Este video no solo muestra la moral y el extraño comportamiento de los autores. Se puede considerar un modelo de cómo los Cascos Blancos pueden imitar la tragedia con facilidad y naturalidad. Según su dominio de la escenificación, se los puede proponer con seguridad no para el Premio Nobel, sino para el Oscar’.
