Cómics, la historia ha llevado a que la mayoría de la gente los asocie con historias de superhéroes o de personajes entrañables que decidan su tiempo a vivir toda serie de aventuras, sin embargo, las tiras han cambiado su forma de ser vista, y gran parte de este cambio es gracias a un ilustrador catalán.
Joan Cornellá, es un dibujante cuya carrera se remonta a casi una década de distancia. En este periodo ha llegado a colaborar con algunas publicaciones importantes como lo son Le Monde, Diari Ara, The New York Times, El Jueves o TMEO.
Su carrera comenzó a despuntar a partir de 2012, año en que apareció su libro Fracasa Mejor, el cual fue una compilación de distintas historietas inéditas y publicadas en otros medios, tras esto su nombre comenzó a tener una mayor relevancia en redes sociales, especialmente en Facebook y Twitter debido a la autopublicación de sus historietas.
En 2013 llegó Mox Nox otro libro en el que recopila algunas de sus historietas publicadas en redes sociales, trabajo que continuaría en 2015 con la aparición de Zonzo. En ese momento ya con una carrera de ilustrador polémico consolidada.
El mundo más obscuro es a color
El trabajo de Cornellá se comenzó a reconocer por la trama de sus historias, situaciones que por lo general suelen empezar de la manera más cotidiana posible y terminan en verdaderas tragedias donde corren mucha sangre, sexo, enfermedades, desnudos, entre otras perlas. Pero eso sí, por lo menos uno de sus protagonistas suele terminar la historia con una sonrisa.
Gran parte del éxito del autor se debe a una extraña mezcla entre un humor demasiado negro que contrasta con el colorido de sus tiras junto con el hecho de dejar que sea la imagen la que hable por sí misma sin necesidad de algún tipo de diálogo, esto es lo que lo ha llevado a tener fama más allá del sector hispano y catalanohablante de la web, aquí aplica completamente el ya conocido cliché «una imagen vale más que mil palabras»
El mismo autor ha sido muchas veces considerado como un provocador o un troll que únicamente busca mofarse de tragedias o desgracias, incluso ha sido suspendido de redes sociales como Facebook e Instagram por algunas de sus historietas al ser consideradas por lo moderadores como violentas o sexualmente explícitas, sin embargo, detrás del autor se esconde una persona normal que juega con el humor.
En una entrevista hecha por la revista Doze Magazine se pueden leer muchas de las motivaciones del autor y una parte de su historia, de ella se destacan incluso algunas cosas que explican su humor. Ante una pregunta sobre su manera de mezclar el humor y la muerte, responde:
No es complicado. La muerte es un tema muy duro y sobre el que a nadie le gusta hablar. Con el humor, de alguna forma, le quitas la solemnidad, y eso te permite tratarla de un modo diferente. A veces caigo en la cuenta de todo el tiempo que dedico a pensar en amputaciones, o en cómo voy a hacer para que un tío muera. Es muy retorcido, pero ¡coño, te ríes!
Y luego hay mucha gente que no se ríe, sino que se queda confundida. Me dicen que no entienden nada, pero no pueden dejar de mirarlo. La muerte, el humor, los colores llamativos… Les dejan atrapados.
Así, es, al final de cuentas todo se trata de llamar la atención del público sin importar lo polémico que se pueda llegar a ser, por lo menos a mi me encanta.
En sus historietas se pueden ver muchas críticas a la sociedad actual llevadas al extremo desde hombres que hacen lo imposible por entrar a formar parte de un selecto club hasta ironizar con las selfies cambiando el móvil por una pistola o aprovechando un accidente de tráfico para tomar la foto del día.
Puede parecer absurdo pero se pueden leer como metáforas de lo que la gente llega a hacer, es un costumbrismo alternativo, todo contado de una forma muy loca y sin temor a nada. Otra esperanza más para el humor que vive una de sus peores etapas ante la manía de la corrección política.
En Magnet tratan de resumir su éxito en un párrafo, que comparto porque considero que es probablemente una de las mejores definiciones de lo que representan las historietas de Cornellá.
Es decir, Cornellá presenta unas sucesiones de hechos con una lógica interna que, desde fuera, parecen totalmente desquiciados (pero coherentes). Además, el estilo visual de sus viñetas es serio e iconoclasta, como una suerte de panfletos como los que aparecen en los vuelos comerciales sobre qué hacer en caso de emergencia. La suma de estos dos factores hace que sus historias corrientes funcionen como manual de instrucciones para la vida con un giro inquietante que induce a la subversión.
Una carrera indie
A partir del año 2015, Cornellá comenzó una campaña de fondeo para comenzar la publicación de sus historietas de forma animada, un proyecto que comenzó con una meta fija de 80 mil euros (un millón 750 mil pesos aproximadamente) y que concluyó su recaudación con mil 647 euros más, es decir 91 mil 647 (un poco más de dos millones de pesos). Motivo por el cual su producción ya se puede disfrutar en su canal de YouTube
Para concluir con esta semblanza textual, a mediados de 2016 se anunció que Cornellá sería el encargado de diseñar la portada del nuevo disco del grupo de rock alternativo estadounidense Wilco, se trata de Schmilco y fue lanzado el 9 de septiembre de 2016.
El autor ha aprovechado algunas de sus ilustraciones más populares para generar ingresos y venderlas en forma de ilustraciones impresas, camisetas o bolsas. Algunas de ellas incluso se han agotado. Se puede ver lo que ofrece en su página oficial
Pueden seguir a Cornellá en sus distintas redes sociales:
Facebook: https://www.facebook.com/joancornella/
Twitter: https://twitter.com/sirjoancornella
Instagram: https://www.instagram.com/sirjoancornella/
Ahora sí, lo que todos esperaban. Ilustraciones de Joan Cornellá.