El gran tema que ha sucedido en los últimos días ha sido de una posible intervención de Rusia en las elecciones del próximo año en nuestro país. Quienes muchos “periodistas” aseguran y afirman que Vladimir Putin planea desestabilizar la sociedad mexicana en las elecciones. Y varios de renombre como los Krauze o el recién anexado a la campaña de José Antonio Meade: Javier Lozano; aseguran que en el Kremlin tienen a López Obrador como su favorito a ganar en las elecciones del próximo verano. Lo único que me provoca esta nota, publicada por The Washington Post, es una evidencia a la doble moral que posee Estados Unidos.
¿Por qué no debe asustar y no debe sorprender que Rusia interviniera una elección presidencial como la de nuestro país? Simple, Estados Unidos lo hizo también durante gran parte del Siglo XX. Aunque claro, en ese tiempo no había sistemas de seguridad informática como las tenemos ahora; ni campañas propagandistas virales como vemos en nuestras redes sociales. Eran las épocas de la Guerra Fría, donde solo había dos formas de ver el mundo, el capitalismo estadounidense y el socialismo soviético. Un breve repaso histórico.
Italia fue de los primeros países en que Estados Unidos intervino, después de la Segunda Guerra Mundial; en 1947. En que el Partido Socialista Italiano tenía todas la de ganar y en que la CIA intervino para que ganara Luigi Einaudi (Gobernador del Banco de Italia) la elección ante el socialista Palmiro Togliatti. Así evitando que Italia fuera el primer país de la Europa Occidental fuera socialista. Sin embargo, Togliatti fue uno de los mayores referentes del comunismo europeo hasta su muerte.

Japón no quedó exento. Durante 1950 y 1970 la CIA daba millones de dólares al Partido Liberal Democrático; del cual Shinzo Abe, actual primero ministro japonés, pertenece. Todo para evitar que el Partido Comunista Japonés consiguiera la victoria y convertir el “milagro japonés” en una nación socialista junto a China, Vietnam, Corea del Norte y la URSS. Que fue hegemónica la duración en el poder del PLD durante la época de la Guerra Fría, hasta 1993. EL PLD cae por escándalos de corrupción con la empresa Recruit, desde 1989; provocando años después que el Partido Socialdemócrata, liderado en ese entonces por Tomiichi Murayama, gana las elecciones en 1994, dando la alternancia japonesa.

Pero el caso más emblemático en nuestro continente son las elecciones de Chile y la victoria de Salvador Allende. Desde 1964, la CIA ya estaba sobre la mira de Allende, que en ese año contendió como candidato a la presidencia de Chile. Saliendo victorioso Eduardo Frei; que incluso la CIA ayudaba a Frei con propaganda anti-Allende; incluso, de compra de votos al costo que sea. Para 1970, donde resultó vencedor Allende. Después de la crisis económica chilena en 1972, el resto es historia; y Augusto Pinochet tomaría las riendas de Chile un año después y hasta 1990.

Ni qué decir sobre Panamá, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Cuba, Argentina, Brasil. Incluso en México desde las épocas de la Revolución Mexicana. Con la caída de Francisco I. Madero, el ascenso de Victoriano Huerta junto con Henry Lane Wilson y la intervención estadounidense en el puerto de Veracruz en 1914. Y los conflictos en que se involucró después la península de Corea, Vietnam, Afganistán. Incluso, Estados Unidos pudo haber intervenido en la elección rusa de 1996, ya después de la caída de la URSS, con la victoria de Boris Yeltsin, cuando Bill Clinton era presidente.
Hemos observado el crecimiento de la influencia de Vladimir Putin en el panorama mundial, no debería extrañarse que interviniera en México y otras naciones que tienen elecciones en 2018. Si bien, no suena imposible que Rusia “metiera la cuchara” en la elección; sigue sin demostrarse pruebas de que esté llevándose a cabo. Solo han sido supersticiones lógicas, sin dejar de ser supersticiones.
Solo ha quedado demostrada su fobia ante algo tan evidente como intervención electoral. Atacando a Russia Today por su “propaganda” y a cualquier persona que aparece ahí. Como si CNN o FOX News fueran los medios periodísticos más trasparentes del mundo cuando ellos mismos promueven la propaganda americana. Así como esos medios atacaban Al Jazeera por su propaganda musulmana y terrorista. Es un entredicho ideológico y moral. Una hipocresía que ellos denuncien algo que todo el mundo ha hecho.
Además, no es un secreto que muchos mexicanos adulan las decisiones del presidente ruso; resaltando que México necesita un líder a la semejanza del exmiembro de la KGB. Lo mismo para quienes creen o se creía que se necesitaba un presidente a la semejanza de Barack Obama, Luiz Inácio Lula Da Silva, incluso de Emmanuel Macron y Angela Merkel. Sin embargo, es más la adulación a Putin por su política antiestadounidense, la visión de Estado al impulsar su nación, recuperando el protagonismo internacional; y hacer crecer la economía rusa a partir de lo que ellos mismos producen, sin dejar a lado la globalización (BRICS).

Es más considerable y más preocupante nuestro contexto; la violencia, la corrupción, la pobreza, la desigualdad, la economía o la salud y la educación. Es una muestra de cómo las agendas prioritarias nacionales están al revés; que nuestros “periodistas” temen que López Obrador sea presidente al costo de cualquier mentira; incluso usando la posverdad disfrazada de verdad lógica. Lo único en que nos afectará Rusia será en el próximo mundial, no más allá del juego y la cancha.
Aclaro como nota: Andrés Manuel no es santo de mi devoción, no comparto su visión política y social, pero ni usted y yo somos quienes decidimos eso, sino otros 80 millones de mexicanos. Si resultase ganador, será aceptar el resultado; y así como hemos sido con Peña Nieto, que tampoco fue santo de devoción para muchos en 2012. Analizando todas las acciones que haga, quizás alabarlas o criticarlas. Pero no se deje influenciar por unas personas que están promoviendo una intervención cuando no hay pruebas contundentes, claras y concisas que Rusia ya tiene controlado el sistema de votos del INE.